La localidad de Tamurejo, en la comarca de La Siberia extremeña, se ilumina cada 24 de diciembre con una tradición centenaria: la Fiesta de las Gavillas. Esta celebración única reúne a los vecinos en torno al fuego, recordando los tiempos en los que los pastores encendían llamas para orientarse en las frías noches de invierno.
Una noche mágica
Los vecinos comienzan una procesión portando gavillas encendidas, elaboradas artesanalmente plantas. Durante el recorrido, las llamas se avivan azotándolas contra el suelo, creando un espectáculo visual que culmina en una gran hoguera en la que el pueblo se reúne para cantar villancicos y canciones populares.
Es una tradición especial que conecta generaciones. Abuelos y nietos trabajan juntos semanas antes para preparar las gavillas, perpetuando esta costumbre tan arraigada.
Hacia el reconocimiento cultural
Tamurejo está trabajando para que esta festividad sea reconocida como Bien de Interés Cultural. Un objetivo que busca no proteger esta tradición y también resaltar el patrimonio cultural del municipio:
Una experiencia inolvidable
Para quienes lo ven por primera vez, la fiesta deja una huella imborrable. "La gente que lo vive, repite," aseguran los vecinos. Entre saltos sobre las llamas, canciones tradicionales y el calor del fuego, Las Gavillas ofrecen una experiencia que conecta historia, cultura y comunidad.