La sequía de los últimos años acabó con la vida de la charca de la Albuera en Berlanga, que hoy han recuperado.
"El objetivo es que vuelva a ser un entorno natural y autóctono, evitando especies invasoras, que los niños aprendan las especies de la península"
Tencas, pardillas y cachos son las especies que han encontrado aquí un nuevo hábitat. Y para hacerles más fácil su adaptación, les han construido refugios.
"Estas especies están desapareciendo y el pescador no las conoce"
Entre 700 y 1.000 peces revitalizan ya la vida que siempre ha tenido la charca.