Hoy se cumplen siete días desde que Sol decidiera acampar frente a la casa de su padre, que está okupada, dice, por la expareja de él.
"Estoy aquí para dar la cara por todas las personas que sufren este problema de okupación, que son miles las que me escriben"
También ha iniciado una huelga de hambre como medida desesperada para recuperar su propiedad. Tras una semana sin comer nada, las fuerzas flaquean pero asegura que es el cariño recibido por los vecinos de la localidad el que la impulsa a seguir.
"El pueblo está volcado entero conmigo, este pueblo tiene un corazón inmenso”
A nivel judicial está siendo un proceso largo, de más de cuatro años, que ya inició su padre para recuperar su casa y que tras su muerte han continuado Sol y su hermana. Ellas van a presentar una querella por un presunto delito de estafa procesal, por la renuncia intencionada a la justicia gratuita de la mujer en las cuatro ocasiones en que se iba a celebrar el juicio para poder así, dicen, seguir disfrutando de la vivienda.