Sin la inversión de Europa, de momento, la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ha pedido de nuevo una financiación a tres bandas: Gobierno central, Junta y regantes.
"La Junta está dispuesta a poner encima de la mesa financiación, siempre y cuando el gobierno de España, que es quien declaró este proyecto como prioritario, pues colabore con nosotros porque sabéis que es una infraestructura costosísima y que la Junta de Extremadura no puede asumir en solitario ese proyecto", ha dicho Guardiola.
Algo de lo que se desmarca la Consejería de Gestión Forestal y Desarrollo Rural, en manos de Vox, y competente en el proyecto de regadío. Marcan su terreno, quieren que la Junta afronte en solitario la financiación del proyecto. Y van más allá, si no es así, amenazan con romper con el PP.
"Como todavía el responsable del proyecto soy yo, les aclaro que si no alcanzamos un acuerdo de financiación para que la alternativa técnica y económica que he argumentado como única posible, que es la financiación autonómica, sea realidad, ni habrá presupuesto para el año 2025 ni se aprobará ninguna iniciativa por parte de nuestro grupo parlamentario", ha declarado en la Asamblea de Extremadura, José María Sánchez Cordero.
Asegura que sólo había que detraer 35 millones de euros cada año, durante ocho o diez, de los 8 mil millones del presupuesto de la Junta para llevarlo a cabo. La ejecución de la obra empezaría, ha dicho, el año que viene.