Piornal ya vive su 'Toñá', una fiesta que pretende promocionar los encantos del otoño en esta zona del valle del Jerte. Vuelven a la localidad cacereña, tras el parón por la pandemia, las actuaciones de grupos folclóricos, las rutas senderistas, el mercado de artesanía y la degustación de dulces típicos y licores de la zona, al son de los tradicionales tamboriles que no pararán de sonar durante todo el fin de semana.
Los cientos de turistas que se han acercado al pueblo con mayor altitud de todos los municipios extremeños han podido disfrutar de un mercado artesanal con una treintena de expositores, dulces y licores de la zona y del tradicional caldito piornalego.
El alcalde de la localidad, Javier Prieto, ha destacado las ganas que había de disfrutar de nuevo de esta fiesta después del parón del año pasado por culpa de la pandemia.
Piornal retoma su 'toña'