La localidad de Cabezabellosa se ha convertido una vez más en el epicentro de la Jornada del Cabrero, un evento que, en su octava edición, rinde homenaje al trabajo y la labor ganadera de los cabreros. Con una tradición que se remonta al siglo XII, esta festividad busca poner en valor la importancia histórica de la ganadería caprina y atraer tanto a turistas como a los más jóvenes, interesados en conocer sus orígenes.
Desde esta mañana, el pabellón municipal de Cabezabellosa, transformado en un antiguo majal, se ha llenado de curiosos y participantes que se acercan a revivir la vida de los pastores de antaño. Este espacio, que solía ser el lugar donde los cabreros guardaban su ganado, es ahora un punto de encuentro para disfrutar de diversas actividades, entre las que destaca el taller de elaboración artesanal de quesos, que ha atraído especialmente a los más pequeños.
Los asistentes también pueden visitar una recreación de una choza tradicional, comprar productos locales en los stands y disfrutar del sonido de los tamborileros y la música de la agrupación folklórica de Huerta de Ánimas.