Más de medio centenar de agujeros hechos bajo el terreno de la antigua necrópolis en busca de restos romanos. Ésta ha sido la última actuación de los expoliadores en Cáparra.
La voz de alarma la dio un trabajador y el suceso ya lo investiga la Guardia Civil. Los primeros indicios apuntan a que el expolio se realizó por la noche, con detectores de metales y presumiblemente con éxito.
La Directora General de Patrimonio de la Junta, Adela Rueda Márquez de Plata, ha confirmado que, aunque todavía no se puede cuantificar el botín, "algo se han llevado, porque es fácil de entender que Cáparra tiene aún mucho por descubrir".
Segundo expolio en un año
No es la primera vez que el yacimiento es objetivo de los amigos de lo ajeno. Ya ocurrió hace un año. Entonces, los agentes consiguieron desarticular un grupo criminal, asentado en Moraleja, y recuperaron 2.500 piezas, mayoritariamente monedas.
Los expertos alertan de que el daño causado es irreversible para el patrimonio, porque el expolio de restos romanos ocasiona la pérdida del contexto arqueológico e imposibilita un estudio con rigor científico.
Por eso, arqueólogos como Pedro Matesanz, piden que se busque la manera de proteger esta ciudad romana.
"Algo hay que hacer, ya sea instalar doble valla o colocar cámaras para ponérselo difícil a los delincuentes"
Reconoce que no es tarea fácil "pero algo hay que hacer. Instalar doble valla, colocar cámaras...porque hay que ponérselo complicado a los delincuentes".
Cáparra cuenta con una superficie que ronda las 16 hectáreas de las que solo el 10 por ciento está excavada.