El castillo de Trevejo es un escenario único para disfrutar de este acontecimiento
El calendario astronómico nos reserva una cita clave este mes: hoy miércoles 16 de febrero podremos contemplar la majestuosa y segunda luna llena del año, la denominada 'Luna de nieve'. El Real Observatorio de Madrid ha señalado que esta fase lunar se verá especialmente "espectacular" debido a que la Luna aparecerá por el este coincidiendo con la puesta de Sol.
Concretamente llegará a su máximo esplendor a las 17:56 horario peninsular cuando el satélite esté e 180 grados frente al sol. No obstante las jornadas posteriores también lucirá más de lo habitual por lo que continuaremos disfrutando de un bello espectáculo.
El nombre de 'luna de nieve' procede de los nativos americanos, según el Almanaque de los Agricultores de Maine las tribus asentadas en el noreste de Estados Unidos la llamaban así por las fuerte nevadas que tenían lugar en esta época del año. de ahí que otros de sus apodos sean 'luna de tormenta' o 'luna del hambre'.
Para ver este fenómeno no es necesario disponer de instrumentos especializados. Podrá contemplarse a simple vista, aunque es recomendable acceder a un punto elevado, despejado y preferiblemente oscuro para evitar que la contaminación lumínica podría distorsionar o alterar el campo de visión.
El perfecto observatorio desde Sierra de Gata
Todos estos requisitos los reúne el castillo de Trevejo. Asentado a 800 metros sobre un cerro de la pedanía del mismo nombre del municipio de Villamiel, la fortaleza que contemplamos en la actualidad no es la originaria del siglo XII sino los restos de la levantada en el siglo XV, tras la Reconquista, cuando Órdenes Militares como las de Santiago y Alcántara dominaban esta zona.
El edificio tuvo una enorme importancia en los enfrentamientos con Portugal y Francia, siendo en el siglo XVIII durante la invasión gala cuando fue destruido por su valor estratégico. De hecho ha perdido sus muros, posiblemente reutilizados para construcciones cercanas durante los siglos de abandono de la plaza de armas, y a día de hoy sólo se conservan los lienzos que formarían el conjunto primigenio.
La estampa se completa con la iglesia de San Juan Bautista, parroquia levantada en el siglo XVI y declarada Bien de Interés Cultural en el año 1982. Junto a ella, la espadaña fortificada, una antigua torre de defensa reconvertida en campanario y alrededor de ella una multitud de tumbas antropomorfas de origen visigodo. Las vistas panorámicas del valle desde allí nos invitan por un momento a olvidarnos del cielo.
Para llegar es sencillo ya que desde el trazado de la carretera que une Villamiel con Trevejo no dejamos de ver la singular silueta del monumento. Pero una vez en el recinto hay que tomar muchas precauciones ya que el estado de deterioro de todo el entorno es notable.