Guadalupe y México están desde hoy más cerca, al menos en el ámbito religioso. Ambos territorios comparten la devoción a la Virgen de Guadalupe y hoy ha concluido el acto de hermanamiento.
Se ha llevado a cabo durante una eucaristía en la que han estado presentes el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, y el de México, Carlos Aguiar. Con esta firma el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe se vincula aún más con el país hispanoamericano y con su Guadalupana, como allí se refieren a la Virgen.
Los presentes han leído un documento escrito por el papa Francisco en el cual bendice dicho hermanamiento, lo cual otorgará mayor relevancia internacional al Real Monasterio para que así continúen viniendo a Guadalupe peregrinos de todo el mundo.