Dicen que el cáñamo es como el cerdo en el mundo de las plantas, porque de él se aprovecha todo: desde la fibra para materiales, al grano para cosmética y alimentación.
Una empresa marbellí ha sido la primera en cultivar cáñamo de producción integrada, en una parcela de 100 hectáreas en Malpartida de Plasencia. Es una producción menos agresiva con el medio ambiente porque utiliza los pesticidas mínimos. Y ahora Extremadura se convierte en la primera comunidad de Europa en aprobar una norma técnica que certifica ese tipo de producción.
"Esa etiqueta posibilita dos cosas: tener el cáñamo mas sostenible que se produce en Europa certificado, pero además que los agricultores accedan a ciertas ayudas de la PAC"
El cáñamo se convierte así en un cultivo alternativo y con gran potencial en la región, porque además no requiere de grandes cuidados.
En dos hectáreas de Rosalejo ensayan el cultivo junto a centros investigadores, la Junta y productores como CETARSA.
"La idea que tiene la Junta es que sea un cultivo no alternativo pero sí complementario al del tabaco"
Un cultivo que además ayuda al medioambiente porque el cáñamo es una planta regeneradora del suelo, que absorbe gran cantidad de CO2.