Han pasado justo dos semanas del incendio de Las Hurdes y Sierra de Gata. Es el mayor registrado en Extremadura en la última década: arrasó cerca de 11.000 hectáreas y el Infoex aún no lo ha dado por extinguido.
Las fuertes rachas de viento avivaban este fuego y lo dejaban fuera de control hasta pasar por los niveles 1 y 2 de peligrosidad. Esto hizo que, además de los efectivos del Infoex, se desplazaran hasta el lugar miembros de la UME y bomberos llegados desde otras Comunidades Autónomas o de Portugal, y muchos vecinos tuvieron que abandonar sus casas.
"Mucha tristeza, porque esta zona estaba preciosa"
Por suerte, pudieron regresar en unos días y la Junta les pidió colaboración para esclarecer la posible autoría del incendio.
"Vieron coches salir de Sauceda"
Aunque las llamas no están presentes en la zona desde hace varios días, las autoridades prefieren mantener la prudencia antes de darlo por terminado.
"No se ha dado por extinguido porque queda alguna carbonera, vamos a esperar a que esté todo bien seco"
El fuego ha arrasado más de 10.000 hectáreas de uno de los pulmones de Extremadura.
Repercusión en el turismo
Queremos saber cómo está la situación por allí, ahora que nos vamos acercando al verano, y por ello hemos entrevista a Nacho Lozano, presidente de la Asociación de Turismo del Norte de Extremadura.
Él nos ha explicado que "los empresarios cuyos municipios han sido directamente afectados están esperanzados de que la época estival está a la vuelta de la esquina y puedan recuperarse las reservas".
Hubo cancelaciones entonces, dice Lozano, y en las siguientes semanas se han producido algunas más. Pero al mismo tiempo "hemos notado un efecto de solidaridad de viajeros que venían a esta parte de Extremadura todos los años, y no han querido cancelar".
"Esperamos que las piscinas naturales se puedan abrir en 20 o 25 días y todo vuelva a la normalidad, porque es lo que necesitan estos pueblos", añade.
Lo quemado no supone ni el 6% de la superficie de las dos comarcas, recuerda Lozano, y el fuego afectó en su mayoría a zonas de pinar y monte bajo, que "son zonas que el turista no suele visitar", mientras que los visitantes seguirán encontrando "pueblos intactos en los que poder disfrutar, poder salir y relajarse".
Además "la vegetación se recupera rápido", asegura el presidente de ATURNEX.