10 Octubre 2025, 8:07
Actualizado 10 Octubre 2025, 08:35

La Guardia Civil ha investigado a siete personas por su presunta implicación en varios incendios forestales ocurridos este verano en distintas localidades de la provincia de Cáceres. Las causas, según detalla el instituto armado, son diversas: desde el uso de un cañón detonador como espantapájaros o el empleo de herramientas que generaron chispas, hasta cortocircuitos en tendidos eléctricos o el uso de humo para la caza de conejos. En todos los casos, se trataría de incendios provocados por imprudencias humanas.

Incendios en la provincia de Cáceres

Entre los siniestros más destacados figura el incendio de Valdecañas de Tajo, el pasado 17 de junio, donde ardieron más de 62 hectáreas de matorral y monte bajo a causa del roce de un árbol ornamental con una línea eléctrica. El responsable de su mantenimiento ha sido investigado por no realizar las labores de limpieza necesarias.

En Miajadas, el 13 de julio, el fuego afectó a unas 22 hectáreas tras utilizar humo para ahuyentar conejos. Días después, el 16 de julio, en Abertura, otro incendio se originó dentro de una planta fotovoltaica y se extendió a 440 hectáreas de monte bajo y encinar. Según la investigación, no se cumplieron las medidas de prevención recogidas en la memoria técnica de la instalación.

El 31 de julio, en Montánchez, las chispas de una herramienta radial usada para cortar metal iniciaron un fuego que calcinó 5.000 metros cuadrados de pastos y alcornoques. Casos similares se repitieron el 30 de agosto en Belvís de Monroy, con 1,6 hectáreas afectadas, y el 3 de septiembre en Santiago del Campo, donde un tendido eléctrico improvisado provocó un incendio de más de 7 hectáreas.

Otro de los sucesos más llamativos tuvo lugar el 11 de septiembre en Trujillo, donde un cañón detonador empleado como espantapájaros causó un incendio que afectó a un viñedo y pastos.

Por último, el 15 de septiembre, un camión de transporte de ganado circuló con la rampa trasera desplegada durante más de 17 kilómetros, generando chispas al rozar con el asfalto. El resultado: 29 focos de incendio a lo largo de las carreteras EX-373 y EX-390, con unas 105 hectáreas calcinadas.

La Guardia Civil mantiene abiertas varias líneas de investigación sobre otros incendios ocurridos este verano y no descarta nuevas diligencias o detenciones en las próximas semanas.