La localidad cacereña de Jerte ha evitado este verano los cortes de agua gracias, en buena medida, al uso responsable por parte de sus vecinos. También al arreglo de algunas fugas que ponían en jaque el suministro en los meses de mayor afluencia de visitantes.
Los dos depósitos de agua del municipio, de 400.000 litros cada uno, han servido para asegurar el suministro durante la época estival. Sólo un día, el pasado 23 de agosto, tuvieron que cortar el agua para volver a llenarlos. Momento en el que se decidió prohibir, durante unos días, llenar piscinas, lavar coches, puertas o regar huertos y jardines con agua del pueblo para garantizar el consumo humano y animal. Medidas que han entendido los vecinos. Tanto es así, que en sólo unos días han pasado de la prohibición a la recomendación, como cuenta su alcaldesa Felisa Cepeda.
Jerte multiplica por cuatro la población en verano. El ayuntamiento pide hacer un uso responsable de este bien escaso y agradece la respuesta de los vecinos