La planta de producción de diamantes sintéticos para la fabricación semiconductores promovida por la empresa estadounidense Diamond Foundry en la localidad cacereña de Trujillo está en fase de ingeniería y de cerrar la financiación.
El proyecto, que se anunció en julio de 2021 en Mérida, supondrá una inversión de unos 670 millones de euros y la creación de 300 empleos directos.
Tras la firma de un protocolo en Mérida para fomentar la energía renovable, el presidente de la Unión Española Fotovoltaica, Rafael Benjumea, ha explicado que están en la fase de terminar los proyectos de ingeniería para presentarlos a la Administración, a la vez de avanzan en las líneas de financiación públicas, que "son esenciales para el éxito del proyecto".
Benjumea ha dicho que el proyecto está en una fase "menos mediática", pero que va bien, con mucho compromiso por todas las partes implicadas: Gobierno, Junta de Extremadura, Ayuntamiento de Trujillo y empresas.
El acuerdo para la puesta en marcha de la planta fue rubricado por Benjumea como presidente de Kishoa Powen Energía Renovables, que se encargará de la instalación de autoconsumo solar fotovoltaico de 120 MW de potencia hibridada, de la que saldrá la energía para la fabricación de los diamantes sintéticos.
Las obras de la fábrica de diamantes de Trujillo podrían comenzar en otoño
