El origen de la fiesta se remonta a 1879. Los tableros con un peso de hasta 20 kilos son ocho y sirven de ofrenda a la virgen del Rosario.
Ocho son también las mujeres que los portan. Engalanadas con sus mejores sayas piden buenas cosechas y alimento para los animales. Una tradición que viene realmente de más antiguo, de las ancestrales plegarias a la diosa Ceres.
Para ellas, seguir haciéndolo hoy en día es todo un orgullo. "Yo soy cristiana y es un orgullo para mí", nos ha dicho una de las portadoras, mientras otra de las veteranas nos recuerda que para ellas "es una fiesta muy grande".
Los hombres también participan
Importantes son también en esta tradición, los bailes del Chicurrichi o la jota del Verdigaio. Protagonizados exclusivamente por hombres, no paran de danzar alrededor de los tableros movidos por los sonidos limpios de las castañuelas y de un tambor.
"Son danzas tradicionales de hace ciento y pico de años. Se perdió y vamos a intentar entre todos recuperarlo otra vez", nos ha explicado uno de los danzarines y es que mantener vivas tradiciones como ésta no es tarea fácil. Requiere de mucho esfuerzo. "Nos jugamos tantos años, siglos de esfuerzo... de trabajo dejado aquí. El legado de nuestros antepasados. Hay que reconocer ese trabajo, esa ilusión y sentimiento de unión de todo un pueblo", ha asegurado el alcalde de Valdefuentes, Álvaro Arias.
'Los Tableros' quieren ser fiesta de interés turístico regional. Si se lo merecen o no está siendo valorado este año por los técnicos de la Junta de Extremadura.