Crece la preocupación en la localidad cacereña de Talaván por una planta invasora que amenaza su embalse: Ludwigia peploides. No es una planta nueva, es parecida al camalote, pero su expansión puede suponer un problema para varios pueblos de la zona.
Del embalse beben tres pueblos: Talaván, Santiago del Campo e Hinojal, y sus vecinos temen que, si el problema no se ataja pronto, en un par de años puedan quedarse sin agua potable. Por eso quieren organizarse y movilizarse para pedir ayuda y recursos a las administraciones.
El 15 de junio han convocado una gran quedada para simbolizar la retirada de la planta. Una plata invasora y explosiva, advierten los ecologistas, que se extiende con suma rapidez, que ha venido para quedarse y que se puede convertir en un grave problema como lo es el camalote si no se pone remedio antes.