Se cumple más de medio año del incendio que asoló, este verano, más de 2.700 hectáreas en el entorno de Miravete, próximo al Parque Nacional de Monfragüe. Poco a poco la vida se abre paso entre las cenizas y los trabajos de recuperación siguen en la zona.
La Junta de Extremadura ha invertido dos millones y medio de euros para minimizar la erosión construyendo laderas, cortando troncos quemados y reforestando. La reforestación ya ha comenzado con encinas y alcornoques en el entorno de Casas de Miravete, Romangordo y Jaraicejo, los tres municipios afectados por el fuego.
Estas labores comenzaron en septiembre y, se prevé, se prolongarán hasta mayo. La primera fase consistió en el esparcimiento de paja en las laderas, posteriormente se construyeron fajinas y diques para minimizar la erosión y evitar el aporte de ceniza a arroyos y ríos y, actualmente, se están plantando encinas y alcornoques en zonas donde antes del incendio sólo había vegetación arbustiva.
La última fase concluirá con la restauración de las infraestructuras afectadas por el fuego, así como de los caminos que también se están usando para llevar a cabo los trabajos de recuperación. En las zonas de Las Hurdes y Sierra de Gata, que también sufrieron incendios este verano, se están llevando a cabo actuaciones similares.