La polémica ha surgido en la localidad cacereña de Miajadas, a raíz de lo ocurrido este pasado fin de semana en la parroquia de Nuestra Señora de Belén.
Una pareja gay recibía la bendición en el interior del templo, lo que llevó a que algunas voces hablaran de "boda gay". Sin embargo, tanto la propia pareja como la diócesis de Plasencia, a la que pertenece este municipio, lo niegan.
Uno de los miembros de esta pareja aclara que "fue una bendición de la iglesia, autorizada por la diócesis de Plasencia", y añade que desde el mes de diciembre pasado, estas bendiciones están "autorizadas a celebrarse por el Vaticano".
"No queremos entrar en polémica ni dar mas importancia al acto que celebramos el pasado viernes"
Asimismo critica que quienes lo han definido como boda gay, han actuado "malintencionadamente".
Por su parte, la diócesis placentina remarca que "en ningún momento se trató de una boda, ni hubo intención expresa de simular sacramento". Sin embargo, reconoce que "las formas, no obstante, contravinieron claramente lo dispuesto por la Declaración del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Fiducia supplicans, algo que no podemos aprobar".
En su comunicado, la diócesis de Plasencia asegura que "lamentamos, profundamente, el escándalo y la confusión que la aplicación incorrecta de la Declaración ha generado y puede generar" y anuncia que ya se han tomado medidas al respecto.
"Desde el momento en que se obtuvo noticia de los hechos, se adoptaron las medidas canónicas pertinentes"
Según apunta la diócesis, "no negamos el valor de estas bendiciones, tal como ha reconocido la Iglesia en la citada instrucción; mas afirmamos la obligatoriedad de que se realicen en el contexto y forma marcados por ella".
El párroco reconoce errores
El párroco, Enrique Gómez, dice estar de acuerdo con el comunicado de la diócesis, ya que "la bendición se hizo con toda la buena voluntad", aunque reconoce que "quizá no tuve en cuenta algunas normas que la Iglesia establece", en cuanto a la vestimenta del sacerdote para este tipo de bendiciones, o respecto a la duración del acto.
"Ha habido un espíritu evangelizador en ello, hay un espíritu de decir cómo la Iglesia tiene que estar también en estas realidades presente"
Gómez dice que lo tendrá en cuenta "para próximas veces" y "se corregirá" los errores cometidos. Pero también señala que "hay que ver la cara positiva de cómo responder hoy ante esta situación de las parejas cristianas, porque ellos son cristianos, y cómo la Iglesia tiene que responder a eso".
"Fue una celebración preciosa, muy sentida y muy cristiana"
El párroco remarca que "esto no es el sacramento del matrimonio, sino que es una bendición".