A nadie le resulta ya extraño viajar a cualquier ciudad europea y ver, entre sus turistas, cómo se organizan visitas guiadas a través de los conocidos como 'free tours'. Una modalidad de visita en la que un guía muestra los encantos de las ciudades y, una vez acabada la ruta, encomienda a los turistas a pagar lo que consideren oportuno por ella.
En Extremadura poco a poco se instalan estos free tours pero, en Trujillo, ha surgido la polémica. Los guías tradicionales se quejan de que este tipo de visitas no tienen un precio cerrado y les perjudica al quitarles cuota de mercado.
Desde la Junta de Extremadura, la postura es clara. En el ejecutivo regional señalan que los free tours no tienen una regulación específica en nuestra región y por lo tanto no debe considerarse una profesión turística.
Postura que no satisface a los guías de free tours y tampoco a muchos de los visitantes que llegan a la ciudad trujillana.