Fue el 27 de enero cuando se vio por última vez a Vicente en Hinojal. Salió de su casa sin móvil, con la cama sin hacer y las puertas del corral abiertas, algo raro en él porque era un hombre de costumbres. El día 30 su familia pone la denuncia en la guardia civil y comienzan las batidas.
Con los días el dispositivo de búsqueda se amplía por aire... y agua en los ríos Tajo y Almonte, mientras la Guardia Civil abre otras hipótesis, entre ellas el móvil económico. El 7 de marzo, justo 40 días después de la desaparición de Vicente, la investigación da un giro con la detención del alguacil del Ayuntamiento de Hinojal.
El alguacil habría confesado el crimen y sus declaraciones conducen a la guardia civil al lugar donde aparece el cuerpo de Vicente, a dos kilómetros del pueblo, escondido bajo unas piedras.
Todavía quedan incógnitas por resolver sobre cómo, donde y sobre todo por qué el detenido mató a su vecino y amigo Vicente. En Hinojal se han decretado tres días de luto oficial.