Al oeste de Cáceres, en la frontera con Portugal, Iberdrola construye la planta fotovoltaica de Cedillo. De 100 megavatios, estará muy pronto en marcha, después de superar dos hitos importantes.
El primero, la instalación de la subestación encapsulada (GIS) de 400 kilovoltios, fabricada completamente fuera del emplazamiento y que ha supuesto todo un desafío logístico. El motivo: ha habido que transportarla desde Italia.
En segundo lugar, el reto tecnológico, que ha exigido la combinación de la infraestructura propia de la nueva subestación con la ya existente. El montaje se ha llevado a cabo sin interferir con las cuatro líneas de evacuación de la central hidráulica adyacente, actualmente en servicio.
Espacio reducido
La subestación encapsulada ocupa un espacio de 300 metros cuadrados, muy inferior a la hectárea que ocupan las subestaciones habituales, por lo que también se ha logrado minimizar el impacto medioambiental.
Además, en la edificación de la planta fotovoltaica se han implantado medidas especiales de preservación del entorno, ya que la construcción se encuentra en las inmediaciones del Parque Natural del Tajo Internacional.
Esta innovadora infraestructura también dará servicio a una futura planta fotovoltaica de 375 megavatios. Iberdrola prevé desarrollar hasta 2023 varios proyectos con esta tecnología, con una capacidad de más de 2.600 megavatios.