Almendralejo (Badajoz)
26 Julio 2020, 15:23
Actualizado 26 Julio 2020, 15:23

La final fue también ejemplar en las gradas. Las aficiones de Villanovense y Cacereño animaron a sus equipos, sufrieron, celebraron, lloraron pero sobre todo, mostraron un comportamiento ejemplar en las gradas del Francisco de la Hera en la gran final. No hubo aglomeraciones ni celebraciones masivas, ni imágenes que muestren una sola imprudencia de los hinchas en un día en el que sus equipos se jugaban el sueño y el objetivo de toda la temporada.

Unos 1.400 aficionados se dieron cita en Almendralejo para la final, 700 de cada equipo. El acceso al campo, la salida y el comportamiento durante el partido fue absolutamente ejemplar por parte de todos los asistentes confirmando el éxito en la organización que ya vimos hace una semana en las semifinales disputadas en el estadio Romano de Mérida.

Hay que recordar que toda España estaba pendiente de Extremadura y de estos playoff de ascenso al ser junto a Canarias la única región que permitía que sus partidos fueran a puerta abierta y con presencia de público. Y visto el resultado y el ejemplo mostrado por las aficiones, Extremadura ha enseñado el camino al resto de cómo ir al campo de fútbol en los nuevos tiempos del COVID-19.

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