4 Febrero 2024, 15:30
Actualizado 7 Febrero 2024, 17:31

El fantasma de la Guerra Fría nunca ha desaparecido por completo. Con mayor o menor intensidad en las últimas décadas siguen resurgiendo los dos bloques, en un mundo cada vez más globalizado y con menos fronteras. Pero en cualquier momento reaparece algún recelo y vuelve a saltar la desconfianza. 

Un incidente de este tipo se dio en febrero de 2023, al cumplirse un año de la invasión rusa a Ucrania y meses de después de un intento de acercamiento entre China y Estados Unidos. Los servicios de inteligencia estadounidenses interceptaron un globo aerostático de origen chino en su territorio. El país asiático aseguraba que se trataba de un globo-sonda procedente de algún observatorio meteorológico. Pero resulta que no portaba material científico alguno, sino radares, cámaras y paneles solares. Parecía algo más propio de una película de espías. 

Los globo-sondas son unos dispositivos con instrumental meteorológico atado a un globo de látex relleno de helio que en su ascenso da información de temperatura, presión, humedad, viento... en altura. De éstos se lanzan centenares diariamente en todo el mundo. En nuestro país, se realiza en los observatorios de La Coruña, Santander, Palma de Mallorca, Madrid, Murcia, Huelva y Santa Cruz de Tenerife, tanto a mediodía como a medianoche. Son muy útiles a la hora de validar los modelos de pronóstico. 

Para poner un poco de luz en este tema, hablamos con Julián Santamaría, supervisor de Servicios Básicos de Aemet y encargado de la estación de radiosondas de Madrid. Esta entrevista se emitió el pasado viernes, 10 de febrero de 2023 en “El Sol sale por el oeste”.

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