Los clubes de la División de Honor de baloncesto en silla de ruedas se encuentran ante una complicada situación debido a las exigencias del protocolo covid que ha elaborado el Consejo Superior de Deportes. Dicho protocolo plantea la obligación de realizar test PCR toda la plantilla 72 horas antes de cada partido y 50 PCR aleatorios no anunciados durante la temporada. Un hecho que supondría un coste que rondaría los 36.000 euros.
Ante esta situación, hemos hablado con Jorge Borba, entrenador del Mideba Extremadura. "Quizás sea un coste excesivo, es algo inesperado para todos". A pesar de ello, afirma que a día de hoy el club sigue inscrito en la competición y tienen muchas ganas de empezar.
Este coste presupuestario ha supuesto que uno de los clubes históricos de la categoría, el Amfiv gallego, se plantee la retirada de la competición. El entrenador pacense, nos ha explicado que los clubes han mantenido una reunión con la Federación y van a intentar que todos los equipos puedan seguir compitiendo.
"De momento el único acuerdo al que han llegado es que tendremos que realizarnos un test antes del inicio de la temporada y conforme avance la competición irán viendo cómo hacerlo", señala. El comienzo de liga está previsto para el último fin de semana de octubre aunque clubes como el propio Amfic han pedido que se retrase.