Batida de la Policía Nacional buscando a Pablo Sierra
Horas después de que varios medios de comunicación publicasen que el móvil de Pablo Sierra apareció con restos de sangre, el portavoz de la familia ha reconocido esa novedad en la investigación. Joaquín Amills negó hasta primera hora de la mañana tener información alguna a ese respecto, pero finalmente le ha dado veracidad.
En una entrevista en el programa 'Espejo Público' de Antena 3, Amills ha asegurado que "efectivamente había sangre en el móvil". Sin embargo, matiza que "no estaba manchado de sangre como si hubiese habido una pelea". De hecho, Amills considera que ese hallazgo de sangre "no implica que sea reciente ni que sea de Pablo; de momento, no se sabe".
"Había sangre en el móvil, pero no implica que sea reciente ni que sea de Pablo; de momento, no se sabe".
Al inicio de la investigación, la Policía Nacional ya tomó muestras del ADN de Pablo en objetos como su cepillo de dientes o su peine.
El portavoz de la familia también ha restado importancia a la discusión que tuvo con otro cliente a la salida del bar. Pablo tropezó y rompió el móvil de la otra persona, explica, pero ambos acabaron dándose los números de teléfono para que Pablo asumiese el coste de la reparación al día siguiente.
Después de ese incidente, según Amills, Pablo abandonó el bar de la calle Arco Agüero donde se le vio por última vez, un amigo le acompañó durante unos metros y Pablo se despidió asegurándole que iba a coger un taxi. A partir de ese momento, su rastro se perdió.
Los análisis del móvil, de la cámara de seguridad y de las antenas de telefonía serán ahora clave para encontrar pistas definitivas sobre la desaparición de Pablo.
El portavoz de la familia desmiente que Pablo sufriera una agresión