Este martes era uno de los días más esperados por los agricultores de Tierra de Barros: la presentación del proyecto de regadíos, que llevan esperando varios años, y que, según la Junta, supondrá una transformación económica y social de la zona. Se convertirán en regadíos 15.000 hectáreas que cubren un área de 12 municipios. Una obra de gran magnitud que conllevará una inversión de 250 millones de euros. De ese montante, la comunidad de regantes pondrá 66 millones, mientras el resto, unos 180 millones, se financiará a partes iguales entre la Junta y el Gobierno después de que este incluya en los Presupuestos del Estado la declaración de interés general. Las obras comenzará el año 2023 y está previsto que terminen tres años después, en 2026.
Las más de 6.500 parcelas que regará este proyecto están ubicadas en Almendralejo, Aceuchal, Villafranca de los Barros, Fuente del Maestre o Mérida. Son algunos de los 12 municipios por los que atravesarán los 21.200 kilómetros de tubería que conducirán agua desde los embalses de Alange y Villalba de los Barros. Un proyecto histórico, en palabras de la Junta.
Las obras terminarán en 2026, cuatro años después de su inicio. Es deseo expreso de los regantes que no se hiciera por fases para que, una vez en marcha, todos puedan iniciar el riego al mismo tiempo.
Planta Fotovoltáica
Los regadíos incluirán una planta fotovoltaica que costará 20 millones de euros y ahorrará el 80% en el coste del consumo energético. El agua se destinará a en su mayor parte a viñas y a olivares. Aunque se podrán incorporar otros cultivos.
A pesar de que el gobierno ha declarado la obra como de interés general y asumirá el 33% del coste, en los presupuestos no figura partida alguna, lo que ha justificado la consejera porque en 2021 se tramitará la Declaración de Impacto Ambiental y la concesión de aguas, y no será hasta 2022 cuando comiencen las licitaciones.