La batalla contra el coronavirus no se mide sólo en cifras. Detrás de esos números hay historias personales que reflejan la realidad de la pandemia. Es el caso de José Jiménez, que estuvo 45 días ingresado en la UCI luchando contra el COVID-19.
"Me veo en la tele cuando salí de los cuidados intensivos y era un medio cadáver", recuerda José. Meses después ha mejorado mucho gracias a una rehabilitación que aún mantiene. Pero algunas secuelas aún perviven y, tal vez por ello, José lanza un mensaje de advertencia a los ciudadanos más imprudentes: "El virus existe y hay que cuidarse de él. Hay que usar la mascarilla, es muy importante".
Con esa prudencia y consciente de lo que ha pasado, José seguirá recuperándose en su ciudad, Badajoz, rodeado del cariño de su familia.