Los toldos de la calle San Juan en Badajoz se instalaron en 2008 y, con las inclemencias del tiempo y el desgaste, no están en las mejores condiciones. Ya no cumplen su función y, después de 15 años, toca quitarlos.
Pero en este tiempo también se han convertido en un atractivo turístico para todo el que pasa por el casco antiguo de la ciudad.
"Lo único que necesitan es un poquito de mantenimiento, pero sí están bonitos, dan frescura a la calle"
Precisamente, ese aspecto climatológico es lo que destacan también algunos empresarios cuyos negocios dependen, en parte, de estos toldos.
"Que siempre el gasto energético, pues con esto también disminuye"
El consistorio va a sacar un contrato público para poder quitarlos, porque el servicio municipal carece de medios para trabajar en altura.
La polémica está servida y en el barrio ya han abierto el buzón de sugerencias.