La imagen de las cámaras de seguridad muestran, a las 7,26 minutos de la mañana, al presunto ladrón accediendo al interior del bar La Casona baja. El hombre va directo a la caja registradora y en menos de 4 minutos sale del local con un botín de dos mil euros, la recaudación de la noche anterior con el bote de propinas de los camareros.
Su rostro queda registrado, aunque está cubierto con un casco de moto y bufanda. El dueño cree que lo tenia todo planeado.
"Seguramente habrá estado aquí antes y lo tenia todo organizado, los vecinos dicen que había una moto arrancada fuera justo al lado de La Casona"
Con lo que no contaba el presunto ladrón es con haber dejado restos de sangre en la caja registradora, que ya están en manos de la policía y que pueden facilitar su identificación.
El modus operandi se parece al de los robos de las últimas semanas en Pardaleras o Ronda del Pilar, aunque la policía en principio no los relaciona. Sean o no los mismos autores, la intranquilidad es la misma entre los comerciantes del casco antiguo.
"Intentamos no dejar la caja, y todo cerrado"
Y es que aunque las investigaciones avanzan, de momento sigue sin haber detenidos.