Llueve sobre mojado, pensarán los negocios de hostelería y servicios en Badajoz. La crisis del coronavirus ya está mermando considerablemente sus ingresos, pero ahora la cancelación del Carnaval añade otro duro golpe.
La fiesta más grande de la capital pacense es la única capaz de congregar en la región a unas 250.000 personas en cinco días. Una montaña de clientes potenciales que dejaban dinero y que ahora queda engullida por el océano 'coronavirus'.
En concreto, según estimaciones del Ayuntamiento, el Carnaval tiene un impacto económico en la ciudad superior a los 10 millones de euros.
Una cantidad que el próximo año no se alcanzará. Hoteles casi rozando el lleno, bares que prácticamente no dan abasto, y tiendas de retales y disfraces que en dos meses solucionaban económicamente buena parte del año serán estampas y circunstancias que pasarán de largo.
