Los desembalses que se vienen realizando en la presa de Cijara se ajustan a los acuerdos adoptados por la Comisión de Desembalse, según ha defendido la Confederación Hidrográfica del Guadiana.
La Confederación asegura que estos desembalses están dirigidos a atender las dotaciones concesionales de riego correspondiente a zonas regables oficiales o a riegos de iniciativa privada.
160.000 hectáreas de riego
Según detalla, la propuesta de actuación aprobada por dicho órgano colegiado para la zona Occidental de la cuenca del Guadiana establece la realización de los desembalses precisos para atender las 160.000 hectáreas de riego correspondiente a zonas regables oficiales (Centro de Extremadura, Zujar, Orellana, Montijo y Lobón) o a riegos de iniciativa privada (tomas directas de los ríos).
Estos desembalses se han repartido entre las presas del sistema general de regulación con un criterio de equilibrio entre sistemas y atendiendo a las particularidades de cada embalse (limitaciones por las cotas de las tomas de los canales de riego, abastecimientos y otras causas).
Asegura que antes de atender la demanda de riego, en todos los embalses se han definido unos niveles mínimos de explotación para garantizar los caudales ecológicos; los abastecimientos (uso prioritario del agua); y unas condiciones ambientales básicas.
Producción de energía
En lo que respecta a los aprovechamientos hidroeléctricos, la Confederación Hidrográfica del Guadiana afirma que estos constituyen un uso complementario al regadío y totalmente supeditado al mismo.
Detalla que los turbinados para producción de energía hidroeléctrica en estas presas no consumen recurso hidráulico y solo se realizan cuando las presas desembalsan para atender las necesidades de la campaña de riegos.