Desde 1932, una pastelería de Trujillo endulza el paladar de sus clientes con los dulces más típicos de este puente de Todos Santos.
Siempre que se acerca la fecha, elaboran artesanalmente Buñuelos y Huesos de Santo con una receta tradicional, aunque con los años han ido innovado su modo de trabajo. Tan sencillo como harina, huevos, azúcar, almendra y por supuesto el toque de la experiencia. Y el resultado, apetecible para todo el que lo prueba.
Degustaciones que normalmente se hacen en familia, o en grandes grupos de celebración, ahora más reducidas pero con el delicioso sabor de siempre.