Una planificación "milimétrica". Es el calificativo usado por la Policía Nacional en la rueda de prensa ofrecida hoy para informar del esclarecimiento de "uno de los robos más mediáticos de los últimos años". Sucedió el año pasado en el templo de la gastronomía extremeña, el Restaurante Atrio de Cáceres. De su bodega desaparecieron de madrugada 45 botellas de vino valoradas en 1.648.500 euros. Una de ellas, un ejemplar único en el mundo valorada en 310.000 euros.
El robo ocurrió en la madrugada del 27 de octubre y fue perpetrado por un hombre y una mujer. Ella reservó noche en el hotel con un documento falso suizo. Antes de ese día, ya habían visitado el restaurante y la bodega en tres ocasiones anteriores. La cuarta sería la definitiva.
Tras cenar en el restaurante junto a su cómplice, ambos visitaron la bodega invitados por el personal, una práctica totalmente habitual con los clientes. Después, según relata la Policía, subieron a la habitación y se repartieron los papeles. Él se fue al sótano donde se encuentra la bodega y salió después con tres grandes mochilas cargadas con las botellas. Accedió allí tras robar previamente la llave maestra, aunque la Policía no ha dado más detalles sobre cómo lo consiguió. Mientras tanto, ella pedía una ensalada a la 1:30 de la madrugada a uno de los empleados con la intención de tenerlo entretenido y que no se percatase de nada. El robo fue descubierto a la mañana siguiente, pero para entonces los presuntos autores ya llevaban horas fuera del hotel. Se habían ido a las 5:30 de la mañana.
Una ardua investigación
Entonces comenzó la investigación policial. La Delegada del Gobierno, Yolanda García Seco, ha calificado la operación de "compleja", puesto que "se ha llevado a cabo por personas altamente especializadas en unos delitos muy singulares que no son habituales en nuestro entorno y menos en Extremadura".
Los detenidos habían visitado el restaurante Atrio y su bodega en varias ocasiones el año anterior al robo y días antes habían estado también en otro restaurante similar en Madrid.
Tenían ya experiencia en este tipo de robos porque, según ha explicado Alfredo Garrido, Jefe Superior de Policía de Extremadura, "habían realizado en años anteriores sustracciones de productos muy caros, casi siempre relacionados con vinos o botellas alcohólicas como el whisky".
Especialmente difícil fue la localización de los sospechosos, ya que pocos días después del robo abandonaron España y se movieron continuamente por diferentes países.
Según ha explicado Luis Carlos Caballero, Jefe de la Brigada de Policía Judicial de Cáceres, "hemos ido viendo cómo se movían por Europa, preferentemente sabíamos que pasaban mucho tiempo en Países Bajos, pero también que se movían por diferentes países, no estaban mucho tiempo en el mismo sitio".
Finalmente, fueron localizados entrando en Croacia desde Montenegro por el puesto fronterizo de Karasovi Sutorina. Allí fueron detenidos, gracias a la cooperación internacional, por las autoridades de ese país en base a las OEDE solicitadas por la Policía Nacional. Además, en el momento del arresto, el hombre tenía vigentes otras dos órdenes de detención emitidas por Juzgados de Madrid.
De las botellas, por cierto, ni rastro. La Policía sigue buscándolas por que la operación continúa abierta.
La Policía Nacional detiene a los dos presuntos autores del robo en Atrio