La vivienda ha sido desvalijada a plena luz del día y ante los propios habitantes del barrio. Lo último han sido las grandes ventanas de cristal y aluminio. No queda rastro ni de cables ni de lámparas ni siquiera de los inodoros. Desde el vecindario aseguran que además el lugar es fuente de problemas para el barrio, esta misma semana la rotura de una tubería en el interior supuso la interrupción del suministro a varias casas aledañas. También aseguran haber visto hogueras dentro del edificio.
Aseguran los vecinos que el problema viene de lejos. El inmueble fue reformado pero no se llegó a vender y tras la crisis inmobiliaria, dicen, ha terminado en manos de una entidad financiera.
Sean quienes sean los propietarios son ellos los que deben iniciar los trámites para cualquier desalojo. Aún así desde el ayuntamiento aseguran que Cáceres es una ciudad con tolerancia cero hacia la ocupación y que en este caso actuarán como han hecho otras veces. Desde el vecindario piden más celeridad a las policías a la hora de actuar.
Además no es el único caso en un barrio con multitud de viviendas abandonadas. Hay hasta un pequeño palacio y destaca por su tamaño la vieja comandancia de la guardia civil que desde hace años busca comprador.
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