La Guardia Civil ha desmantelado una supuesta trama de inspecciones fraudulentas de vehículos que se llevaban a cabo en una ITV privada de la provincia de Cáceres, en una actuación en las que han sido investigados un particular y un inspector de esta estación.
La actuación ha sido realizada por agentes de la Guardia Civil, pertenecientes al Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico (GIAT), del Subsector de Tráfico de Cáceres, en colaboración con agentes del Puesto de Cáceres, en la que los dos investigados están acusados como supuesto autores de los delitos de cohecho y falsedad documental.
El inicio se remonta a noviembre de 2020, cuando un ciudadano presentó a la inspección técnica periódica su vehículo, en una estación de ITV privada de la provincia de Cáceres, que dio resultado desfavorable, debido a que el vehículo llevaba instalados unos faldones en la parte inferior, que debían estar homologados e inscritos en la ficha técnica del vehículo, tras el correspondiente trámite como reforma de importancia, que no había sido realizado por su propietario.
Al ser desfavorable la inspección, este ciudadano acudió a un taller para buscar una solución, ante la que el titular de éste le facilitó el contacto de una persona que podría darle una solución a su problema con el vehículo.
Tras ponerse en contacto con esa persona y explicarle su situación, le ofreció la posibilidad de pasar la inspección en otra estación de ITV, en la provincia de Cáceres, "sin tener que desmontar los faldones del vehículo, pero que dicha gestión le costaría la cantidad de 50 euros", tras lo que "el vehículo pasó la inspección de forma favorable, sin haber realizado el trámite de reforma de importancia", según relata la Guardia Civil en nota de prensa.
Posteriormente, en diciembre del 2022, y transcurrido el plazo anual de validez de la inspección técnica del vehículo, el propietario volvió a llevarlo a la misma estación de ITV, esta vez para pasar su inspección técnica periódica, pero sin haberse puesto en contacto previo con la persona que anteriormente le había gestionado el pase de la ITV anterior, y sin realizar ninguna reforma en el vehículo, ya que la vez anterior había pasado la inspección sin tener que retirar los faldones.
Sin embargo, en esta ocasión obtuvo un resultado desfavorable, por lo que decidió retirar los faldones del vehículo y llevarlo a inspección a una estación de ITV pública de la misma provincia de Cáceres, en la que obtuvo un resultado favorable a su inspección.
Finalmente, en enero del 2023, el titular del vehículo se presentó ante la Guardia Civil de Cáceres para poner de manifiesto los hechos ocurridos en la estación de ITV, por si pudieran ser constitutivos de algún delito, "ya que habiendo llevado su vehículo la segunda vez, sin pagar a la persona que ejercía de enlace, su inspección había obtenido un resultado desfavorable", mientras que la primera vez, en la que le pagó 50 euros, sí la había pasado favorablemente, cuando el vehículo estaba en ambas ocasiones en las mismas condiciones técnicas.
FASE DE INVESTIGACIÓN DE LOS HECHOS
Ante estos hechos, los agentes han practicado distintas diligencias de investigación de los hechos, en las que obtuvieron como resultado que, en un intervalo de tiempo de 9 días, pudieron observar como el particular sobre el que recaían las sospechas presentaba ante la misma estación de ITV un total de 31 vehículos, todos los cuales obtuvieron un resultado favorable a su inspección.
Igualmente se han obtenido diferentes datos significativos, entre ellos su estrecha relación con un inspector de la estación, finalmente investigado.
Del estudio y análisis de toda la información obtenida, los investigadores han conseguido desvelar y desmantelar una supuesta trama fraudulenta en la que dos personas se lucraban con la presentación de vehículos a inspección, en una estación de ITV privada situada en la provincia de Cáceres, en las que obtenían "un resultado favorable, aun presentando deficiencias, a cambio de favores, regalos o retribuciones, por parte del particular al inspector de la estación de ITV", cuya forma de actuar, supuestamente, era desconocida por los responsables de la estación.
Por su parte, el lucro del particular se basaba en el cobro a los titulares de los vehículos por la gestión que realizaba de presentarlos a la ITV asegurándoles además el resultado favorable, con independencia de la deficiencia que pudieran presentar, todo ello con la supuesta confabulación del inspector investigado.
Como resultado de la operación desarrollada por la Guardia Civil, se ha procedido a la investigación penal del particular y del inspector de la ITV, como supuestos autores de los delitos de cohecho y falsedad documental, instruyendo las correspondientes diligencias que han sido puestas a disposición de la autoridad judicial competente.