Inmaculada Polo y Mané Miranda llevaron ayuda humanitaria a la frontera de Polonia. Una vez allí contactaron con una familia que podía venir a España. La objeción que ponía el varón de nacionalidad rusa pero casado con una ucraniana, era la necesidad de contar con un trabajo. Cuando le preguntaron cuál era su oficio -soldador- el presidente del Círculo Empresarial Cacereño, Diego Arturo Hernández, les dijo que se vinieran ya que su empresa, Grúas Eugenio, necesitaba un soldador.
Así se fraguó la idea de crear una bolsa de trabajo para los refugiados ucranianos que huyen de la guerra. A día de hoy se está trabajando en ello. Los empresarios interesados pueden comunicar sus ofertas al correo del Círculo: info@ciemcc.com
Beneficios de la idea
Una idea que estiman muy beneficiosa. Inmaculada Polo, que también pertenece al Círculo Empresarial cacereño cree que además de una cierta estabilidad económica, les ayudará a sentirse útiles y les aportará beneficios a nivel psicológico, ya que están viviendo una situación muy complicada. Otra voluntaria, Liliana Malets, pide celeridad en los trámites burocráticos y ayuda para enseñar un mínimo de lengua castellana a los recién llegados.
Hasta ahora el compromiso del gobierno es regularizar la situación de los ucranianos que ya vivían en España y en ofrecer los permisos de trabajo a los refugiados en 24 horas...