El Centro de Formación de Tropa de Cáceres, el CEFOT, ha acogido la jura de bandera de 752 soldados, entre ellos, 57 mujeres. Un acto al que han asistido en torno a 4.000 personas entre autoridades, familiares y amigos.
Los nuevos soldados han prestado juramento o promesa ante la Bandera de España tras superar la primera fase de formación militar general desde su incorporación el 23 de mayo. Lo han hecho, según reconocían, emocionados y muy nerviosos ante el que se considera "el momento más importante de su carrera militar".
"El momento más importante de su carrera militar"
Así lo ha manifestado el Capitán José Sánchez Royo, que ha explicado que los nuevos soldados se toman ahora un descanso y vuelven el próximo 29 de agosto para completar su formación específica y de especialidad fundamental, que se extenderá hasta el 21 de octubre. Y será entonces cuando marchen a su destino definitivo en el Ejército.
El acto ha sido presidido por el general de división Fernando Barrón, director de Enseñanza, Instrucción, Adiestramiento y Evaluación del Mando de Adiestramiento y Doctrina, y ha contado con la asistencia del el subdelegado del Gobierno en Cáceres, José Antonio García.
A su llegada, el general de división ha pasado revista al Batallón de alumnos 'Cáceres', acompañado por las marchas militares interpretadas por la Unidad de música de la Academia de Infantería y la banda de guerra de la Brigada Extremadura XI.
Sin beso, pero con inclinación
A continuación, los nuevos soldados han desfilado uno a uno frente a las Enseñas Nacionales de los históricos regimientos 'Saboya' Nº 6 y 'Castilla' Nº 16 que, junto a la propia del Cefot 1 representaban el elemento esencial de la ceremonia.
Y todavía, y a causa de la pandemia, el tradicional y simbólico beso, sigue siendo sustituido por una respetuosa inclinación de cabeza.
Una jura de bandera en la que los nuevos soldados han estado acompañados de familiares y amigos.
Llegados de todos los puntos de España, las madres, padres, hermanos y parejas de los alumnos se han mostrado enormemente emocionados con este momento. Momento tras el cuál llega el merecido descanso.