Carmen de Matos fue la primera modelo en denunciar. Fue en el momento de cambiarse de ropa para la sesión fotográfica cuando descubrió la cámara. Hizo unas fotos con su móvil y fue a la policía. Carmen se puso en contacto por Instagram con otra modelo: María. Ella también había soportado comentarios fuera de lugar y una actitud que le produjo incomodidad. Ella y una amiga tendieron la trampa que posibilitó la detención de Luis Acha.
"Cuando se descubrió todo, en un primer momento me quise morir, porque me hizo cambiarme hasta de ropa interior”, recuerda María
Sentencia benévola
El hasta ahora director de la Fundación Mercedes Calles–Carlos Ballestero no tendrá que ingresar en prisión a pesar de haber sido condenado a dos años de cárcel por carecer de antecedentes. Tendrá que indemnizar, eso sí, con 2.000 euros a las denunciantes. Un fallo judicial que las víctimas consideran muy benévolo.
Para que no se repitan estos casos, las denunciantes recomiendan a otras chicas que acudan a la sesión acompañadas en todo momento y que "investiguen al fotógrafo" hablando con otras modelos que ya hayan estado con él.
Hechos probados
El Juzgado de lo Penal número 1 de Cáceres condenó a Luis Acha por un delito continuado contra la intimidad de cuatro modelos.
La sentencia es firme porque el acusado reconoció los hechos ya que se dictó de conformidad entre todas las partes. En ella se recoge en sus hechos probados que grabó a sus modelos a escondidas con una cámara mientras se desnudaban para cambiarse con la ropa que él mismo les proporcionaba para la sesión.
Dimite el director de la Fundación Mercedes Calles tras ser condenado por grabar a mujeres sin su consentimiento