Cuenta las malas lenguas que a la reina Isabel la Católica no le gustaba mucho eso de asearse. Pero nada más lejos de la realidad. La Reina era una auténtica amante de los perfumes y los más delicados productos de belleza.
Es una de las curiosidades extraídas de los archivos del Palacio de los Golfines, en Cáceres. Archivo que ahora se digitaliza para una mejor conservación.
La historia de Cáceres va ligada a la de Sancho de Paredes Golfín. Él fue camero de la reina Isabel y también todo un pionero en cuestiones de transparencia. Y es que dejó, por escrito, la relación de objetos personales atribuidos a su majestad, entre otras cosas. Archivo en el que se detalla, incluso, que Isabel llegó a tener 200 pastecas de perfumes, y que el ámbar fino, el azahar y el jazmín eran algunos de los aromas que la caracterizaban.
Elisa Arroyo, archivera: "Ha elegido la creencia de que no era aseada. Este documento acredita que tenia perfumes.")
Anécdotas y documentos con los que, cinco siglos después, se pretende atraer más visitantes al Palacio de los Golfines de Cáceres.
