4 Septiembre 2020, 10:33
Actualizado 4 Septiembre 2020, 14:42

Fueron los familiares del fallecido los que dieron la voz de alarma a la Policía. Estuvieron varios días respetando la cuarentena y sin poder entrar en casa de su pariente, posible víctima del COVID-19, pero cuando lo hicieron llegó la sorpresa: había una ventana rota y echaban en falta joyas, valoradas en más de 6.000€, además de documentación personal y datos bancarios del finado. Y no solo eso. El banco les avisó de que, en días posteriores al fallecimiento de su familiar se habían realizado transacciones bancarias desde su cuenta en beneficio de otras, se habían extraído cantidades de dinero de cajeros automáticos y se habían hecho compras a través de Internet haciéndose pasar por la víctima. El recuento total de lo estafado y lo sustraído ascendía a unos 64.000€.

A partir de ahí, la Policía Nacional puso en marcha la investigación, que ha acabado con la identificación y localización de los presuntos autores. Se trata de dos vecinos del fallecido, de 21 y 30 años, que aprovecharon esa cercanía a la vivienda y la cuarentena obligatoria que debían guardar sus familiares para romper la ventana y usurpar los bienes y la identidad del finado.

Ahora se enfrentan a delitos robo con fuerza en interior de domicilio, estafa y usurpación del estado civil. La Policía recuerda además que, al romper la cuarentena, pusieron "en grave peligro su salud y la de las personas con las que hayan tenido contacto posterior, al incumplir las medidas contenidas en el RD 463/2020".

Los detenidos ya han sido trasladados a dependencias policiales.