Los niveles de alerta los acordaron el ministerio y las comunidades el año pasado y son los mismos para todo el país. Cada uno de ellos está determinado por un conjunto de valores que resumen aspectos como cuántos contagios hay, cómo están identificados y cuál es su impacto en la asistencia sanitaria.
Extremadura está, actualmente, en nivel uno y para llegar a la nueva normalidad sólo le faltaría bajar más su incidencia acumulada que actualmente está en 99,53 casos por cada cien mil habitantes a 14 días, cuando la nueva normalidad requiere bajar de los 25.
En todo lo demás, la comunidad ya cumple con los criterios de nueva normalidad. En relación a la identificación de los casos, la trazabilidad se encuentra en el 75,5 por ciento, cuando se pide estar por debajo del 80. Y la positividad es el 3,25 por ciento, por debajo del umbral establecido en el 4 por ciento. Gregorio Montes, profesor de epidemiología de la Uex es optimista con la evolución de la pandemia porque, asegura, "la vacunación está funcionando, se está rastreando bien y la gente está cumpliendo las cuarentenas".
En lo tocante a la presión sanitaria, los ingresos hospitalarios están el 1,7 por ciento, cuando lo que se pide es estar por debajo del 2. La ocupación de las UCI por pacientes covid está en el 4,78 por ciento, por debajo del 5 que exige la nueva normalidad.
De esta forma, para alcanzar la nueva normalidad, sólo falta bajar las incidencias, pero no parece que vaya a ser algo inmediato, ya que la incidencia acumulada a siete días se encuentran en 47,37 casos, levemente por debajo de la mitad de la incidencia a 14, lo que indica que los contagios están entre la estabilización y un descenso moderado.
Con todo, cuando se alcance la nueva normalidad seguirán activas muchas medidas para frenar la pandemia. Entre los sectores más afectados seguirán estando las discotecas y los bares de ocio nocturno que continuarán cerrados a menos que dispongan de terraza.