Alrededor de 20.000 musulmanes extremeños están llamados a celebrar a partir de mañana el mes del Ramadán. Se prolongará hasta el próximo 2 de mayo y estará marcado por el fin de las restricciones impuestas por la pandemia.
Esta festividad, la más importante del calendario islámico, recuerda la primera revelación de El Corán a Mahoma y tiene para los fieles musulmanes un especial significado religioso.
El tradicional "musal-la" en el aire
Más allá de abstenerse de beber, comer, fumar y mantener relaciones sexuales en las horas diurnas, el Ramadán es uno de los cinco pilares del Islam, sirve de purificación espiritual y corporal y es un mes de reflexión y también de convivencia.
Ceuta y Melilla vivirán su tercer Ramadán con las fronteras terrestres con Marruecos cerradas, lo que afecta a muchos musulmanes que viven en estas ciudades autónomas y tienen lazos familiares en el entorno marroquí, ya que impedirá que puedan celebrar juntos este mes sagrado.
La comunidad musulmana de Ceuta, consultada por EFE, todavía no ha aclarado si habrá la tradicional "musal-la" o rezo colectivo, que todos los años se solía organizar en una explanada próxima a la principal mezquita de la ciudad, Sidi Embarek, aunque será lo más probable.
En Melilla, donde aproximadamente la mitad de sus 87.000 vecinos son musulmanes, el alumbrado extraordinario en las calles del centro de la ciudad y algunos barrios con una población mayoritariamente musulmana anuncia desde hace unos días el comienzo de esta festividad.
El Ramadán se celebra coincidiendo con el noveno mes lunar y empieza con la aparición de la luna en fase creciente el último día de Sha'ban (octavo mes en el calendario lunar islámico).
Durante este mes, se celebran cinco oraciones diarias, empezando por el rezo que coincide con el alba de la mañana ("Fajr") pasado por la oración de puesta de sol ("Maghrib"), en la que se toman dátiles y leche para romper el ayuno, y hasta la oración de la noche ("Isha").
Están exentos del ayuno las personas enfermas, las mujeres embarazadas o con la menstruación, las de avanzada edad o los niños que aún no han llegado a la pubertad, entre otros.
La comunidad musulmana en España alcanza los 2,2 millones de personas.