Según datos de la Delegación del Gobierno en Extremadura, hasta el momento hay interpuestas cuatro denuncias ante la Guardia Civil por casos de "pinchazos" y supuesta sumisión química a mujeres en la región, tres en la provincia de Cáceres y una en la de Badajoz, aunque fuentes del Tribunal Superior de Justicia extremeño indican que, sin autor conocido al que poder pedir declaración e investigar, todo apunta a que, al margen del resultado de los informes toxicológicos, las denuncias quedarán archivadas.
La Asociación extremeña Apoyat ha puesto recientemente un servicio de actuación ante este tipo de agresiones, gratuito y confidencial. Ofrece un servicio telefónico y de whatsap a víctimas o testigos que pueden llamar O escribir un mensaje a los números 653 507 227 ó 656 828 858, de 08:00 horas a 15:30 horas.
Para toda Extremadura
El servicio lleva menos de un mes en activo, y de momento no han recibido ninguna llamada ni ningún mensaje alertando haber sido víctima o testigo de una agresión por sumisión química. El equipo de psicólogas y educadoras sociales de Apoyat trabaja desde el Centro de día "Victor Guerrero" en Villanueva de la Serena para toda Extremadura. En este momento se encuentran en plena fase de sensibilización social, difundiendo infografías por redes sociales y sus correspondientes cartelerías en farmacias y otros lugares de referencia.
Ana Barea, la educadora social del proyecto, señala que cualquier tipo de pinchazo, ya sea para sumisión química o no, es en sí ya un delito. Además recuerda el protocolo a seguir si una mujer cree haber recibido un pinchazo: "Debe seguir el protocolo del SES: Llamar al 112, ponerlo en conocimiento de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y permanecer acompañada".
Un consejo que replica para quienes tienen también un papel fundamental en el contexto de las agresiones, quienes las presencian. En esos casos, "además de llamar al 112, lo primero que hay que hacer es acompañar a la persona y que no se quede en ningún momento sola".
