Hoy se inicia la recarga de combustible de la unidad uno de la Central Nuclear de Almaraz. En principio ese proceso tendría que haber empezado el 29 de marzo, pero debido a la situación derivada por el coronavirus, se aplazó su comienzo a este 14 de abril. Unos trabajos en los que van a participar más de 2.000 personas; a los 900 empleados habituales de esa instalación se van a sumar unos 1.200 a lo largo de las próximas semanas.
El cambio de combustible en ese reactor viene acompañado de un paquete de medidas adicionales encaminadas a reforzar la seguridad tanto de la plantilla como de los trabajadores eventuales. Cada una de las dos unidades de la Central Nuclear de Almaraz produce más del 3% de toda la electricidad que se demanda en nuestro país. Su ciclo de operación es de año y medio, y cada reactor debe parar durante unos 40 días para reemplazar un tercio de los 157 elementos de combustible que contiene. Durante la recarga se reordenan los elementos restantes para aumentar la eficiencia del proceso de quemado del uranio y se aprovecha para tareas de mantenimiento, revisión de equipos y mejoras de diseño que no son viables fuera de estos períodos.
Críticas de Plataforma Almaraz
El hecho de que esa recarga en la planta atómica extremeña se vaya a llevar a cabo en pleno Estado de Alarma por el COVID-19 ha despertado las críticas de varios colectivos. La Plataforma de Afectados por la Central Nuclear de Almaraz discrepa de esta decisión; implica, dicen, un riesgo inaceptable que la instalación siga funcionando sin las revisiones que tendrían que llevar a cabo ahora inspectores del Consejo de Seguridad Nuclear. Máximo García, presidente de la plataforma, afirma que "es una cosa peligrosa, sin la revisión del consejo de seguridad nuclear, nos pone mas en peligro y luego, con los fallos que ha habido en estos 40 años, hemos tenido nivel 2 y nivel 3 que ha afectado a gente".
El colectivo pide explicaciones al Consejo; considera imprescindible e inaplazable la revisión de los sistemas de seguridad. En 2 meses, afirma García, en la central han saltado alarmas 7 veces y lamenta el hermetismo de la dirección, que, dice, no informa de esas incidencias. Preocupa también que los trabajadores foráneos de esta recarga puedan contagiar el virus a los empleados locales. "La gente no esta de acuerdo que venga tanta gente a trabajar, se van después a los pueblos y están en contacto con la población, eso no es normal".
TEXTO: Redacción
IMAGEN: Canal Extremadura