Andrés Salado
Es bueno conocer al equipo. Uno llega con la mitad del trabajo hecho.
Andrés Salado conoce a los músicos de las dos orquestas, la profesional y la joven, al personal de oficina, los programas educativos y a los políticos.
Pero eso no es lo más importante. Le brillan los ojos cuando habla de música.
Le he visto manejar con templanza ciertas discusiones virulentas; hablar con admiración de que sus chicos -los de la Orquesta Joven, que dirige desde que se fue el maestro Miguel Romea- no dormían en los encuentros porque se dedicaban a tocar hasta las cuatro de la mañana ("son jóvenes, Olga"); crecer musicalmente, convertirse en un monstruo de la comunicación y ganar el Premio Princesa de Girona de Artes y Letras (ex aequo, junto a Elena Medel).
Conoce el piano, el violín, la flauta barroca y, sobre todo, la percusión. Podría estar tocando las marimbas en cualquier orquesta, pero se decidió por la dirección. Bueno, le decidieron, más bien. Se iba a largar a Londres cuando Miguel Romea le llamó y le dio un ultimátum. La elección final fue suya, claro, pero qué hubiera pasado si...
Conoce el piano, el violín, la flauta barroca y, sobre todo, la percusión. Podría estar tocando las marimbas en cualquier orquesta, pero se decidió por la dirección
Dirigir una orquesta no es hacer que los músicos vayan más lento o más rápido según muevas las manos. Es que hagan suya tu visión de la música. Cincuenta personas u ochenta. A la vez.
Por eso ir a un ensayo es tan apasionante.
Escucharle hablar de música también. Nombren a Freddie Mercury delante de Andrés Salado. O cualquier cosa: películas, series, una exposición, un paseo. Al final todo suma en el concepto que uno tiene del trabajo.
La nueva imagen
La imagen que han elegido es la de una mano con las cuerdas marcadas en las yemas de los dedos. Y escribe: «Toda génesis conlleva un gran esfuerzo. Desde que la vida es vida, naturaleza y artificio han coexistido sobre un inmenso lienzo en blanco donde una amplia paleta de colores, liderada por el pincel que sostiene la mano del hombre, ha ido dibujando el camino de nuestra especie. Esa mano ha sido uno de los grandes pilares de nuestra civilización. Del campesino al artesano, del pobre al pudiente, la mano ha sido nuestro símbolo más evidente de esfuerzo y recompensa, ha conquistado la belleza desde la fealdad y ha dado respuesta, durante esta aventura vital, a algunas de las preguntas más relevantes de nuestra existencia a través de un denominador común: la cultura".
"Del campesino al artesano, del pobre al pudiente, la mano ha sido nuestro símbolo más evidente de esfuerzo y recompensa"
Las manos tocan. Con las manos se escribe, se cincela, se ara, se recoge la siembra, se modela el barro.
Y se crea.
Nueva temporada
Salado quiere ir paso a paso, in crescendo. Pero ha preparado una temporada preciosa, de lo que lo primero que nos ha llamado la atención es que habrá debuts de muchos músicos (y directores) -seguirá apoyando a los nuevos talentos, como hizo Álvaro Albiach- que, por cierto, será el principal director invitado-) y que se pondrán, al frente de la Orquesta, muchas directoras. Mujeres. Hay pocas, pero haberlas haylas.
Los espacios se ocupan cuando otros los ceden. En el caso de las mujeres, es más fácil no vernos y hay que hacer un esfuerzo de rescate, porque todo cuesta más. Veía los nombres de Joana Carneiro, Beatriz Fernández, Jhoanna Sierralta, Marzena Diakun y la sonrisa se iba haciendo más grande.
Bedřich Smetana, con la obertura de 'La novia vendida', es el compositor elegido para inaugurar esta temporada. A Smetana se le considera el padre de la música checa y su ópera fue una gran contribución al sentimiento nacional. Sucede en un pueblo y es una historia que tiene su correlato en todas las tradiciones literarias: el triunfo del amor por encima de las convenciones sociales y los matrimonios concertados.
En realidad, si somos puristas, el primer concierto de la temporada no es este, sino el que la OEX dará con el grupo Second, el 1 de octubre, pero ese lo dirige Daniel Abad Casanova. No es la primera vez que la banda murciana toca con orquesta: lo hizo con las de Murcia y Valencia.
El debut de Salado llega con un programa que se titula (cómo no) 'Se abre el telón'. A ver: no podemos llamarlo debut, porque ha dirigido a la Sinfónica extremeña muchas veces, pero sí lo es, en realidad. Y recordará las fechas del 7 y el 8 de octubre, en Badajoz y en Villanueva de la Serena, con Smetana, Elgar y Dvořák.
Después llegarán más compositores, más programas, más conciertos, las citas ineludibles de la temporada (la colaboración con otros festivales y artistas, los conciertos de Navidad y Año Nuevo, la vida compartida con los demás).
"En esta nueva etapa que ahora comienza y que personalmente afronto desde la dirección artística con la mayor de mis ilusiones, todos los que formamos parte de la Fundación Orquesta de Extremadura queremos entregarles nuestro esfuerzo más sincero. Queremos tenderles, a través de la música, esa mano férrea pero cálida, reflejo de nuestra evolución, imagen viva de un pasado muy presente; de un futuro iluminado por el faro inextinguible de la cultura".
La despedida a Álvaro Albiach hubiera sido mucho más triste si no hubiera llegado él. Bienvenido, maestro.