El sector de las bodas se presenta algo mejor este verano. Pese a las restricciones actuales, muchos novios que no pudieron casarse el verano pasado sí se darán el "si, quiero" en estos meses. Además, confían en que, con el avance de la vacunación, se amplíen progresivamente los aforos y los horarios.
Los casos de novios obligados a aplazar sus bodas se cuentan por centenares desde que el COVID-19 llegó a nuestras vidas. En el caso de Montaña Rosado o de Patricia González, hasta tres veces. Así que ahora, a la cuarta, va la vencida: "Va a ser una boda atípica, pero ya no aplazo más, que sea como sea", nos cuenta Montaña. "Tomamos en su día buenas decisiones y ahora también, vamos a seguir adelante", afirma esperanzada Patricia.
"Va a ser una boda atípica, pero ya no aplazo más, que sea como sea"
Ana Martín también tuvo que aplazar su boda a este verano. A las dificultades de volver a organizarlo todo se le añaden todas las precauciones anticovid: "Estamos bastante atareados; con el tema del virus tenemos que fijarnos en cada detalle de la celebración", asegura. Aún así, tiene muchas ganas de que llegue el gran día.
Todas coinciden en que la vacunación, sobre todo entre los mayores, ha generado más seguridad entre los invitados, que hace un año eran más reticentes. "En mi boda van a ir vacunados más del 40% de los invitados", detalla Patricia.
Además, para cumplir con la reducción de aforo y garantizar las distancias, han optado por restaurantes con salones más amplios.
No obstante, echarán en falta el momento discoteca para bajar la comida. Pero pese a todo, saben que será un gran día, porque la pandemia no cambia lo fundamental: que se casaran con la person a la que quieren y que estarán rodeadas de familia y amigos que les desean lo mejor.
