La inminente investidura de Pedro Sánchez se sigue con mucha expectación por los emigrantes de la región que residen en Cataluña. Algunos de ellos nos han contado sus impresiones y cómo están viviendo todas las negociaciones con los independentistas.
El presidente del Hogar Extremeño de Barcelona, Prudencio Exojo, señala que el sentimiento generalizado entre los socios es contrario y están preocupados por todo lo que pueda ocurrir. "No sólo por la amnistía, porque jurídicamente no entramos en la materia, pero a nivel económico, pienso que va a crear una desigualdad total. Convirtiendo a unos en ciudadanos de primera y a otros de segunda".
Además, Exojo cree que el acuerdo, no va a crear paz social, porque "se habla de problema no entre catalanes, sino entre españoles y catalanes". Yo estimo que las consecuencias y deriva que pueda provocar, puede tener consecuencias impredecibles. Por el bien de todos los españoles creo que se debería buscar alternativas distintas".
Otros emigrantes como Julia, que reside desde hace 50 años en Barcelona, consideran que "hay más preocupación en el resto de España que en Cataluña". Nos cuenta que muchos catalanes están cansados de la situación: "La gente está esperando la proclamación de Sánchez y a ver qué pasa".
Añade que "claro que no estamos a favor de la amnistía. Los de fuera no, los de dentro algunos sí otros no, pero en las manifestaciones no hay tanta gente como la que había".
Extremeños de segunda generación
Para extremeños de segunda generación, es decir, hijos de emigrantes como David Zapata, el acuerdo era necesario para la estabilidad política de España: "Siempre se ha votado con estos partidos". Cree que el pacto "no sólo puede beneficiar a Cataluña, sino también al resto de España".
Nos cuenta que allí todas las negociaciones se están viviendo con tranquilidad, y no comparte la opinión de los que dicen que los políticos independentistas se irán de rositas con la amnistía.
Considera que "es una falacia, porque hay muchos políticos que se han comido cárcel, otros que se han comido exilio, hay algunos que están aún inhabilitados... Así que creo que nadie se ha ido de rositas en este asunto".