Las primeras semanas de la temporada de caza en Extremadura han llegado con menos monterías de lo habitual. Según cálculos del sector, alrededor de un 30 por ciento menos.
Sin duda, la crisis sanitaria derivada del coronavirus está detrás de estas cifras. Las restricciones o simplemente la prudencia han provocado que muchos cazadores de otras regiones y también de otros países no hayan venido este otoño a nuestra región.
Para evitar que esto siga sucediendo, el sector en general y la Federación Extremeña de Caza en particular están reclamando al Gobierno que declare la caza como actividad esencial, de manera que sea una práctica permitida a pesar de posibles confinamientos de la población.
Actividad segura y ventajosa
Desde la federación extremeña insisten en que la práctica cinegética es segura, no sólo porque en su mayoría pueda desarrollarse de forma individual, sino también porque de ser colectiva se cumplen fácilmente las recomendaciones sanitarias.
Su prohibición, sostienen, puede ser contraproducente para el medio natural. Por una parte, al facilitar entre una población animal mayor la propagación de enfermedades, y por otra porque aumenta el riesgo de accidentes de tráfico con ejemplares sueltos.
Lo que es una realidad a día de hoy es que el descenso de cazadores hace que prolifere en internet la reventa de puestos de montería, cuando no, su cesión gratuita.
