Panal de abejas.
El sector apícola extremeño volvió a vivir un año complicado en 2021 debido a que la producción no logró remontar y a la incidencia del ácaro de la varroa, respecto al cual se piden “medidas urgentes” a las administraciones.
El responsable del Sector Apícola en Asaja Extremadura, Paulino Marcos, ha explicado que gran parte de la difícil situación por la que pasa el sector se debe a los episodios meteorológicos irregulares y al cambio climático, que han hecho aumentar la incidencia de la varroa en los últimos años.
Este ácaro volvió a afectar a la reposición de las colmenas para la campaña, pues afectó a un 40 por ciento del total de la cabaña.
El problema, según ha explicado Marcos, es que los sistemas frente a la varroa “son los mismos de hace más de 30 años”, pues se utiliza una molécula a la que ya se recurría en la década de los 80 que ha perdido su efectividad.
De ahí que sea necesario, a su juicio, “apostar por la investigación necesaria” que permita encontrar una nueva molécula o sistema que evite la incidencia del parásito en el sector apícola.
Para afrontar esta investigación, ha dicho Marcos, “es preciso que todas las comunidades autónomas se pongan de acuerdo”, de ahí que se haya solicitado a la Junta de Extremadura que impulse las conversaciones necesarias para alcanzar este consenso.
“La varroa ha evolucionado y los sistemas para atajarla no -ha incidido- y el problema es que se prevé una mayor incidencia de cara a este año”.
Por su parte, la producción, que suma la temporada en la región y la trashumancia que se desarrolla en comunidades como Castilla y León o Andalucía, ha sido un 40 por ciento inferior respecto a una campaña normal, también como consecuencia de la climatología, debido principalmente a los episodios de mayor calor de lo habitual o a los continuos cambios en las temperaturas.
Las dificultades que se encuentran los apicultores cuando realizan la trashumancia en zonas como Castilla y León o la competencia de mieles baratas de menor calidad de países extracomunitarios son otros de los problemas de 2021 que el sector arrastra desde hace años, según ha expuesto el responsable de Asaja Extremadura.
Debido a este escenario aumentaron los precios, como consecuencia de la menor producción, y alcanzaron cotizaciones en torno a un 15 por ciento superiores respecto al año anterior.