La sequía también afecta a la campaña de la cereza. El fruto acelera su maduración, pero necesita agua. La falta de lluvia esta primavera amenaza seriamente a una de las cosechas estrella de Extremadura.
Desde la Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte, su presidente, José Antonio Tierno, asegura que las altas temperaturas que se están registrando en esta época han acelerado la maduración de la cereza. Al calor, se une la falta de lluvias. No llueve, suficientemente, desde enero. El agua que ha caído en primavera es inapreciable para la cosecha.
Precisamente ese agua que siempre está prevista en primavera, hace que la cereza se cultive en secano. El regadío se usa después de la cosecha para mantener los árboles. De hecho, afirma José Antonio Tierno, lo que pueda llover ahora ya es perjudicial para la cereza.
En cuanto a la calidad del producto en esta campaña, desde la Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte creen que el tamaño o el calibre del fruto puede verse resentido.
Mano de obra
Otro de los problemas que tiene el sector cerecero de la región es la falta de mano de obra, tanto en el campo como en las centrales para el envasado y procesado. Tienen un déficit, calculan de unos 200 y 300 trabajadores.
"Es algo complejo de solucionar, en los próximos años habrá que hacer una reflexión", considera José Antonio Tierno, quien cree que el problema, a corto plazo, se puede solucionar con inmigrantes que vienen a España a otras campañas. Una solución que choca, eso sí, con el problema de alojamiento en la zona para hospedar a los jornaleros.